¿Quiénes se benefician?
Existen evidencias de que la terapia visual es útil en el tratamiento de las insuficiencias de convergencia, y hay razones para creer que pueda ser útil para el desarrollo de algunas habilidades visuales tras un daño cerebral.
La insuficiencia de convergencia es un problema común de coordinación muscular en el cual los ojos tienden a desviarse hacia afuera (exoforia) con la lectura o cuando se realizan actividades de cerca. Los síntomas más característicos son los astenópicos (cansancio con la lectura). Es una de las causas más frecuentes de disconfort ocular. No existe un consenso para su diagnóstico y tratamiento, aunque muchos coinciden en que la terapia visual puede jugar un papel importante para lograr una pronta mejoría.
Un accidente de tráfico, un fuerte golpe en la cabeza, una cirugía cráneo-encefálica, una degeneración del sistema nervioso, esclerosis múltiple, un accidente cerebrovascular, pueden ocasionar trastornos de la visión como:
- Visión doble
- Dificultad o incapacidad para enfocar a diferentes distancias
- Dificultad en la coordinación ojo-mano
- Pérdida de equilibrio
- Alteraciones del Campo Visual
- Pérdida de la localización espacial
- Pérdida de la línea media del cuerpo
- Pérdida de memoria visual, etc.
La terapia visual junto con lentes y prismas, puede ayudar a la solución de estos problemas e implica estimulación de la visión residual. Han sido demostradas algunas ampliaciones del campo de visión. Estos resultados han sido corroborados y ampliado por trabajos más recientes que han demostrado que existe neuroplasticidad. El desarrollo de la rehabilitación visual ha demostrado que, aunque no se pueda aumentar la visión en algunos pacientes, si se les puede enseñar a utilizar al máximo el resto de visión que les queda. Con el objetivo de mejorar sus calidad de vida.
Niños y adultos que ha sufrido una disminución de su capacidad visual, ya sea por pérdida de agudeza visual o de campo visual y que no puede mejorar mediante cirugía o medios ópticos convencionales.