Salud Visual Infantil
67%
de los padres no piensan en un examen precoz (antes de los 3 años)
80%
se sienten mal informados sobre la salud visual
34%
de los niños de 3 a 10 años tienen problemas de vista
¿Imaginas un mundo donde los niños puedan explorar cada rincón con una visión perfecta? Este 10 de octubre, el Día Mundial de la Visión, te invitamos a garantizar ese futuro para tus hijos. Descubre la importancia de las revisiones oftalmológicas en la infancia y cómo prevenir problemas visuales que puedan afectar su desarrollo.
¿Sabías que tu hijo adquiere más del 80% de sus conocimientos a través de sus ojos? Esta es en parte la razón por la que los problemas oculares pueden a su vez provocar dificultades de aprendizaje.
Se ha demostrado que el 80% de los padres se sienten mal informados sobre los riesgos relacionados con la salud visual y la miopía. Al mismo tiempo, 2 de cada 3 padres (67%) no llevan a su hijo a un control visual inicial con un especialista.
La razón dada es que no es necesario hasta que el niño cumpla 3 años. Estas cifras reflejan una observación alarmante: la falta de información. Un motivo que explica el aumento de los problemas de agudeza visual en la población menor de 18 años, datos en constante aumento.
La prevención podría revertir rápidamente la tendencia de las cifras. Poco cubiertos por los medios tradicionales, te presentamos a continuación los problemas de la salud visual en los niños.
Ciertos hábitos o dolencias menores que tienen tus hijos pueden parecer triviales, pero son cruciales a la hora de detectar problemas de visión. Informar rápidamente de una anomalía te permitirá encontrar la solución que mejor se adapte a la situación de su hijo, garantizando el desarrollo óptimo de su visión. Por tanto, es fundamental observar las señales de alerta de un trastorno visual.
A continuación te damos algunas pistas que te ayudarán a detectar las señales de alerta de enfermedades oculares o problemas de visión en tu hijo.
Signos físicos
Estos son los signos más visibles de que algo anda mal con la salud ocular general de tu hijo. Está alerta si observa las siguientes manifestaciones:
- Ojos rojos o irritados
- Orzuelos frecuentes
- Costras o manchas blanquecinas en las pestañas
- Ardor o escozor en los ojos
- Lagrimeo excesivo
- Dolores de cabeza
- Frotarse los ojos con frecuencia
Signos fisiológicos
Además de ser molestos, estos síntomas a veces pueden ser un indicio de un problema ocular. No dudes en comunicárselo a tu optometrista para comprobar la causa:
- Náuseas
- Mareo
- Visión doble
- Visión borrosa
- Sensibilidad a la luz
Signos de comportamiento
Como se mencionó anteriormente, los ojos juegan un papel importante en el proceso de aprendizaje de los niños. Sin embargo, las dificultades que enfrentan los niños pequeños pueden surgir de una multitud de factores. Por eso es importante hacerles preguntas para entender qué les lleva a adoptar determinados hábitos, como por ejemplo:
- Renuencia a trabajar en estrecha colaboración
- Utiliza su dedo continuamente para no perder la línea mientras lee
- Se sienta cerca del televisor o sostiene su libro cerca de sus ojos.
- Cierra un ojo para leer o mirar televisión.
- Entrecierra los ojos o inclina la cabeza para ver el pizarrón en clase.
- Evita usar una computadora porque le duele la vista.
Las pistas también pueden ser más sutiles. De hecho, a primera vista, estos síntomas no necesariamente se deben a un problema ocular:
- Falta de atención o ensoñaciones frecuentes.
- Perder el lugar en la página mientras lees
- Dificultad para recordar lo que ha leído.
- Saltarse o releer palabras
- Inversión constante de letras (para estudiantes de tercer grado y superiores)
- Confusión de palabras similares
- Mala coordinación ojo-mano y torpeza general o zurdo.
- Notas más bajas de lo habitual
Si observas alguno de estos signos en tu hijo, no dudes en hablar con tu optometrista, quien te orientará hacia los recursos adecuados.
La vista es esencial para promover el desarrollo cognitivo y el estado de alerta de su hijo. Por eso es muy importante detectar los trastornos lo más rápido posible, para que aprenda a caminar, hablar, leer y escribir. También ten cuidado con los elementos que puedan alterar la visión de tu hijo , en particular los rayos ultravioleta o las pantallas con alta densidad lumínica.
PELIGROS A EVITAR PARA LA VISIÓN DE LOS NIÑOS
Un dato alarmante: el 34% de los niños de entre 3 y 10 años padecen problemas de visión.
Como factor decisivo a la hora de aprender a caminar y leer, los ojos de los niños desempeñan un papel fundamental.
Entonces, ¿qué está pasando? ¿Quiénes son los culpables de este creciente fenómeno?
Te contamos todo sobre las dos amenazas que pesan sobre los ojos de los niños y su calidad de vida: las pantallas y los rayos UV.
Los rayos UV
Al igual que la piel, no sentimos inmediatamente los efectos de una sobreexposición intensa y repetida. Por tanto, las consecuencias para los ojos de los niños no siempre aparecen a corto plazo. En total, existen 3 categorías de riesgos:
- Inmediato
En ausencia de una protección adecuada, la exposición prolongada a los rayos UV genera una inflamación más o menos importante de la córnea. Hablamos de queratitis o, en el caso más grave, de oftalmía (quemaduras solares de la córnea).
Síntomas principales: ojos dolorosos, rojos y llorosos.
- En el mediano plazo
El niño corre el riesgo de sufrir fotofobia. Este problema ocurre después de una exposición prolongada y sin protección.
Síntomas principales: ojos inflamados, dolorosos y secos (sensibilidad o intolerancia a la luz), hormigueo en las extremidades, náuseas y mareos.
- Largo plazo
Las patologías oculares pueden desarrollarse tempranamente después de la exposición al sol. Los adultos pueden sufrir enfermedades como la DMAE (degeneración macular asociada a la edad que afecta a la retina) o la cartarata.
Ten en cuenta: no se debe subestimar el fenómeno de la reverberación. De hecho, si bien el sol presenta un riesgo importante cuando los ojos miran directamente en su dirección, los elementos naturales reflejan entre el 10 y el 80% de los rayos UV. Los ejemplos incluyen espuma de mar (25%), arena de playa (15%) y nieve (80%).
En los niños, el sistema óptico tarda en desarrollarse y no proporciona una protección óptima contra los rayos infrarrojos y ultravioleta, a diferencia de los adultos. Lo antes posible, equipa a tus hijos con gafas de sol que les proporcionen una protección perfecta. De esta forma se limitan los daños a largo plazo. Anímalos a usarlos mientras les explicas el motivo, para que se vuelva automático.
Las pantallas
Es difícil pasar por alto las pantallas a diario. Debido a la digitalización masiva y a los grandes avances tecnológicos, los niños se encuentran desde muy pequeños en contacto con videojuegos, teléfonos inteligentes, tabletas y ordenadores. A partir de la adolescencia vemos que los adolescentes y jóvenes pasan más tiempo delante de estas pantallas que la población general. Pero, por lo tanto, corren un mayor riesgo de desarrollar enfermedades de la retina porque están expuestos a la luz azul que emana de estas pantallas.
Cuando los niños pasan tiempo frente a una pantalla, los músculos de sus ojos sufren una gran tensión, lo que puede causar fatiga visual crónica. Dependiendo de la distancia que les separe de la pantalla, pueden llegar a sufrir miopía. La luz azul, omnipresente a nuestro alrededor, desempeña un papel en nuestro ritmo biológico.
Para evitar poner en riesgo la vista de tu hijo, espera hasta que la visión esté completamente desarrollada antes de permitirle mirar pantallas. Como padre y madre, si ciertamente no puedes frenar el deseo de tu hijo de consultar las pantallas, procura limitar el tiempo dedicado a consultar las pantallas y los teléfonos inteligentes, e imponer tiempos de descanso para su comodidad. Tampoco deberían consultarlos demasiado de cerca. Si aparecen síntomas o signos de alerta de disfunción visual, programa rápidamente una cita con un especialista para un diagnóstico y prescripción de anteojos graduados con lentes correctivos.
Con esta valiosa información en mente, estás listo para limitar los riesgos de desarrollar defectos visuales en tus hijos .
CONOCER LOS DEFECTOS VISUALES
Un defecto visual detectado a tiempo tiene muchas posibilidades de corregirse lo más rápido posible. Sólo se aplica una regla de oro: el examen por parte de un oftalmólogo tan pronto como se detecten los primeros signos de defectos visuales.
Sin embargo, todavía hay demasiados casos en los que estos exámenes no se realizan, lo que tiene como consecuencia un empeoramiento de la anomalía visual del niño desde el principio de su vida. Asimismo, un problema diagnosticado demasiado tarde puede provocar problemas a la hora de aprender a leer.
A continuación te informamos sobre los elementos responsables de los problemas de visión en los niños. Se distinguen claramente las enfermedades y trastornos visuales. Es esto último lo que nos interesa especialmente.
Diferentes trastornos que afectan la visión
Todos los trastornos no detectados representan un peligro para la salud de los niños. Hay 5 de ellos, es posible que algunos de ellos los conozcas, o que los hayas padecido. La mayoría de ellos tienen consecuencias importantes para el aprendizaje de los niños. En caso de sospecha o síntomas visibles (en casa o en el colegio), no esperes a contactar con un especialista para realizar exámenes completos.
El estrabismo:
El estrabismo no es anormal en un recién nacido. Por otro lado, un estrabismo que persiste más allá de los 4 meses debe tomarse en serio porque existe un alto riesgo de que empeore.
Estos son los síntomas que deberían alertarte:
- Los ojos del niño no se mueven en la misma dirección (en la misma dirección)
- Tienen un desalineamiento
- El niño se frota los ojos y parpadea con frecuencia.
- Cierra o gira un ojo para que su mirada se fije en un punto concreto.
- La cabeza se inclina regularmente hacia un lado para observar un elemento en particular.
Síndrome del ojo perezoso o ambliopía
La ambliopía es un trastorno que también se llama “ojo vago”. Provoca una pérdida de visión en un ojo, que luego es compensada por el ojo no afectado. El cerebro no tiene en cuenta las imágenes que transmite el ojo afectado, lo que se traduce en la pérdida de visión a medio plazo. Este defecto debe diagnosticarse antes de los 6 años para evitar la pérdida permanente de la visión en el ojo vago.
Aunque este trastorno es complicado de diagnosticar, aun así puedes prestar atención a los siguientes signos:
- dolores de cabeza
- Confusión al leer letras o palabras saltadas
- Un aumento de la tortícolis, debido al porte anormal de la cabeza.
La miopía
La miopía es el trastorno visual que resulta en una reducción de la agudeza para ver de lejos. En este caso, el niño no puede distinguir lo que está lejos, lo que percibe borroso.
A falta de corrección, el niño que sufre miopía se encuentra con graves dificultades de aprendizaje
Estos son los síntomas que pueden alertarte:
- Dificultad para leer lo que está escrito en la pizarra.
- La incapacidad de reconocer a personas cercanas desde lejos.
- La necesidad de acercarse al libro o cuaderno para poder leer bien
- Ojos entrecerrados para distinguir un objeto ubicado a distancia.
La hipermetropía
A diferencia de la miopía, la hipermetropía es un defecto de la visión que provoca dificultad para ver las cosas de cerca. Los niños suelen verse afectados por este problema, desde el nacimiento hasta los 4-5 años de edad. La causa principal suele ser la morfología del ojo.
Aquí hay algunas señales que pueden alertarte:
- Una inclinación de la cabeza hacia atrás.
- un estrabismo
- Ojos entreabiertos para mirar
- Después de leer de cerca, aparecen dolores de cabeza.
- Ojos enrojecidos y fatiga después de un episodio de lectura.
Astigmatismo:
De cerca o de lejos, un niño que ve sujetos u objetos de forma distorsionada o borrosa sufre de astigmatismo. Este es un defecto visual importante. También resulta en la incapacidad de ver contrastes claros entre líneas oblicuas, verticales u horizontales. Los niños que sufren de astigmatismo tienen problemas para aprender a leer. Confunden, en particular, determinadas letras del alfabeto
Para concluir
El buen desarrollo de la visión requiere una atención especial por parte de los padres.
De hecho, los defectos visuales detectados demasiado tarde pueden tener consecuencias graves y, en el peor de los casos, la pérdida total de la visión en un ojo. Los niños también experimentan importantes dificultades de aprendizaje cuando padecen un defecto de visión. Aprender a leer o escribir se vuelve muy complicado. Debes estar atento hasta los 6 años; De hecho, es antes de esta edad cuando estos trastornos generalmente se manifiestan.
Si tu hijo no tiene ningún problema visual, se recomienda el primer examen de la vista a partir de los 3 años para verificar la salud general de sus ojos. A partir de entonces, se debe realizar un examen ocular completo antes de ingresar al jardín de infantes y luego cada año.
Si tienes alguna duda o inquietud respecto a la visión de su hijo, no dude en consultar a tu optometrista. Agenda una cita a conmutador, [email protected] o contáctanos al 333-825-2521 o 333-825-2546.
En este Día Mundial de la Visión, comprométete a cuidar la salud visual de tus hijos. Programa una revisión oftalmológica anual, fomenta hábitos saludables y asegúrate de que disfruten de una vida llena de colores.